miércoles, 11 de julio de 2012

Tengo miedo...

Tengo miedo de dormirme y no despertar, por eso este insomnio.
Siento que la vida se me va demasiado aprisa, que las horas corren y voy detrás de ellas queriendo detenerlas, queriendo abrazarlas con la fuerza que se desvanece.
Estos días húmedos que no me dejan secar las lágrimas que corren como locas por querer escapar de mis ojos.
Mi voluntad se convierte en agua diluyendose con la lluvia que cae de este cielo que no da tregua.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bueno el llanto siempre duele mucho, pero por lo menos en mi caso, al final del llanto queda esa amargura, ese cansancio y ese dolor, tan diferentes a lo que lo origino