lunes, 22 de julio de 2013

Habla con mi mano.

Mucha veces cuando la gente es impertinente dan muchísimas ganas de decir "habla con mi mano" y hacer una señal obscena, pero te quedas con las ganas, rechinando los dientes y prefieres escuchar y hacer entra en razón a esas personas.
No es tan fácil que digamos, la cordura debe caber en alguien, por lo menos en mi si ha cabido.
Me pregunto tanas veces ¿qué estoy haciendo?, ¿a qué me estoy aferrando tanto?, pero en verdad no me quiero dar por vencida, quiero lograr algo, al menos que exista un cambio, pero me estoy tardando demasiado y eso, muchas veces hace que te quieras dar la vuelta y correr, pero al brincar esos obstáculos ignorándolos sólo crecen más y más cada vez, quiero destruirlos y que me dejen seguir mi camino porque ya no quiero volver a empezar ese camino que tanto trabajo me ha costado.
Hoy es uno de esos días que tengo ganas de hacerle una señal obscena a esa persona que por más que le explicas y le explicas no entiende...
Y estoy segura de que jamás va a entender, así como yo no entiendo el por qué de mi insistencia de querer que alguien así lo entienda.

3 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

Tal vez sea hora de dejar eso atrás y seguir sin ese lastre,


Beso

Míkel F. Deltoya dijo...

A reivindicarse, mujer...
sé que puedes.

Xavysaurio dijo...

A mí me acaba de pasar algo muy similar.. lo bueno que tampoco me hicieron una seña con la manDigo nada.